La Desamortización trajo consigo la ruina de muchos monasterios, rapiñas, expolios…, pero también las primeras iniciativas estatales para salvaguardar nuestro patrimonio. En 1844 se crearon las Comisiones Provinciales de Monumentos, cuyo objetivo era inventariar, recuperar y trasladar a las capitales de provincia las obras de arte más destacadas que habían quedado abandonadas en los conventos. De allí surgirán nuestros museos provinciales, uno de los cuales, el de Huesca, celebra este año su 150 aniversario.
La Desamortización que Juan Álvarez Mendizábal emprendió a partir de 1835 constituyó un hito decisivo en la conservación de nuestros bienes culturales, pues supuso el comienzo de un largo proceso que conllevó la desaparición y la ruina de numerosos conventos y monasterios aragoneses, así como la pérdida o dispersión de muchas de las obras artísticas que contenían. Pero no todo fueron consecuencias negativas: esta situación de grave amenaza conllevó también el inicio de las primeras políticas de protección del patrimonio emprendidas por el Estado.
Con motivo del centenario de la declaración del monasterio nuevo de San Juan de la Peña como Monumento Nacional se ha inaugurado una exposición que ofrece un recorrido a través de la imagen de este emblemático monasterio tal como fue plasmada por más de una treintena de viajeros, turistas y eruditos desde la Desamortización hasta nuestros días. A través de un centenar de dibujos, grabados y fotografías procedentes de 13 archivos la exposición traza una completa historia del monasterio a lo largo de los dos últimos siglos, mostrándonos no solo sus transformaciones arquitectónicas, desde su abandono y progresiva ruina a su restauración, sino también su paulatina conversión en un símbolo de la identidad aragonesa.
A finales del pasado mes de febrero la Diputación de Huesca homenajeaba a los pastores altoaragoneses con la concesión del premio Félix de Azara, que venía a reconocer la importancia de la ganadería extensiva para el mantenimiento del paisaje y el desarrollo sostenible del mundo rural. Nos sumamos a este merecido homenaje explorando los archivos sonoros de SIPCA, que cuenta con más de 500 grabaciones que nos descubrirán la variedad y la riqueza del folclore popular relacionado con el mundo pastoril: narraciones orales y romances, pastoradas, canciones, refranes, anécdotas...
Desde la alta Edad Media hasta hace unas décadas, la explotación y el comercio de la sal dejan tras de sí una larga historia, cuya complejidad es un reflejo de la importancia social y económica que tuvo este producto: pleitos y transacciones mercantiles, monopolios reales y cargas fiscales, épocas de esplendor y largas decadencias… Nos detenemos en los principales hitos de este proceso, que nos ayudarán a comprender mejor el mapa salinero aragonés, del cual entresacamos además algunas salinas cuya visita sigue siendo hoy muy recomendable.
Bien escaso y preciado desde la Antigüedad, la producción y el comercio de sal nos han legado una compleja historia y un rico patrimonio construido. Aragón contó con más de medio centenar de salinas, muchas de las cuales sobreviven hoy en diversos grados de abandono y ruina, aunque todavía pueden visitarse. Recorremos las infraestructuras y los edificios característicos de nuestros salinares al hilo del proceso artesanal de obtención de la sal.
Entre los muchos logros obtenidos por el interesante proyecto titulado “Cuando el Maestrazgo levantó sus palacios” está el habernos dado a conocer los interiores de unos edificios que nunca hasta ahora habíamos visitado y que nos deparan abundantes sorpresas: zaguanes empedrados, columnas clásicas, trampantojos pintados en salones cubiertos por artesonados… También descubriremos a los promotores de estas suntuosas construcciones, entre los que destaca el eclesiástico Francisco Peña, protagonista de una insólita conexión artística entre Roma y Villarroya de los Pinares.
Erigido durante los siglos XVI y XVII, el conjunto de palacios del Maestrazgo no tiene parangón en el mundo rural aragonés. Monumentales, sobrios y dotados de una depurada ornamentación, fueron construidos como manifestación del poder de una nueva élite enriquecida gracias al comercio y la ganadería. Sin embargo, en contraste con su magnificencia y su interés arquitectónico, sabíamos todavía muy poco sobre ellos. Un ambicioso proyecto recién culminado por la Comarca del Maestrazgo nos permite hoy comprender mejor su renovador lenguaje arquitectónico y asomarnos a unos sorprendentes interiores que nunca hasta ahora habían sido visitados.
El Archivo de la Universidad de Zaragoza desarrolla una activa política de difusión de su fondo documental. En 2022, en el marco de la Semana Internacional de los Archivos, organizó la exposición virtual “La belleza oculta de las facturas”, que permite descubrir diversos escenarios de la Zaragoza de la década de 1920. Además, en los últimos años ha impulsado los estudios de género, con actividades como “Mujeres que hicieron historia”, “Pioneras en la ciencia 2021” o “Mujeres ilustres que dejaron su huella en la Universidad de Zaragoza”.
Con casi cinco siglos de existencia, la Universidad de Zaragoza atesora una larga historia de cultura y saber. Y es el Archivo de la Universidad, recientemente integrado en DARA, el organismo encargado de custodiar y difundir la memoria de esta institución. Entre sus fondos documentales más importantes destacan los Libros de Gestis, Libros de Matrículas, Libros de Actas de Junta de Gobierno, Libros de Exámenes de Estado o los expedientes de personajes ilustres, como Ramón y Cajal, José Martí o Manuel Azaña. Gracias a su activa política de difusión, sus fondos son hoy más accesibles que nunca.